Hace unas décadas aún era tiempo de reflexionar,
cuestionar e indagar.
Hoy ya es un poco tarde y tenemos que actuar.
Estamos evidenciando en carne propia como el
Sistema Neoliberal ha depredado, colonizado y sometido ha la madre tierra y a
tod@s sus habitantes. Tristemente tenemos que aceptar que hemos colaborado y contribuido
para que esto ocurriese.
Los distintos mecanismos de extracción y
explotación, en la mega minería o en el área agropecuaria (solo por nombrar dos
de los tantos que cercenan la madre tierra) han generado migraciones forzadas
de las distintas tribus del mundo, las cuales gozaban de salud, trabajo,
hermandad, conexión con los elementos, con lo superior y un entorno bondadoso y
silvestre, hacia un mundo donde todo carece de valor pero no de precio.
Un mundo donde todo se ha mercantilizado.
Ya sea en el Amazonas donde McDonalds compra
cientos de hA de bosque nativo que son taladas rápidamente para poner sus
"granjas/mataderos" que
abastecerán a toda su mega cadena de restaurantes de comida chatarra, los
cuales están envenenando y tapando con basura tanto conciencias como corazones,
o en el norte de Chile, en el desierto donde las distintas mafias
político-empresariales de la "energía
y minería" tienen los "permisos"
de uso de los distintos ríos que bajan de la milenaria y majestuosa Cordillera
de los Andes, para colocar mega represas para alimentar como corresponde a sus
minas a tajo a abierto, vemos el mismo origen del problema y resultado.
Un capital, Don
Dinero...el único dios que conocen los materialistas, el cual condena tiránicamente
a las tribus a vivir el calvario de seguir viviendo en dicho lugar, con sus
aguas, tierra y aire contaminados, sus lazos culturales, espirituales y
sociales destruidos o marcharse y tratar de reinventarse o fundirse en las
periferias de las ciudades más cercanas perdiendo en unos pocos años su
originalidad, tradiciones y costumbres, tribus que por legado ancestral merecen
estar en esa tierra donde su particular forma de habitar tuvo lugar.
Ocurre en el norte, ocurre en el sur. Ocurre en el
oeste y en el oriente.
Están ocurriendo muchas cosas en distintos lugares,
son un@s pocos los que están dirigiendo estos malvados proyectos, son much@s
los cuales los siguen ciegamente y solo unos pocos más los que pueden ver de
forma clara y luchan por vivir sanamente.
Transgénicos, usurpación de aguas, políticas de
desarrollo no sustentables, mega minería, supercarreteras que dividirán países,
guerra armamentista y mercado especulativo...solo por nombrar unas cuantas iniciativas
que están destruyendo nuestro mundo.
Tenemos que comprender que en muchos de los casos
nosotros mismos somos los que colaboramos y "apoyamos" estas mismas
iniciativas. Trabajando para ellos o comprando y utilizando sus productos. No
podemos tapar el sol con un dedo. Cada cosa que poseemos viene de algún lugar y
alguien la construyó, armó, fabricó, sembró, cosechó o trasladó etc. No podemos
tener el pensamiento mediocre de ecologistas de medio tiempo y pensar que
porque utilizamos ampolletas de ahorro energético, fuimos a una marcha contra
Hidroaysén o le dimos un reenviar a cierta cadena en Internet ya hicimos todo
lo que podíamos hacer.
Aún podemos hacer mucho. Debemos actuar. ¡Y que
mejor que de forma coordinada! Fortalecer nuestros lazos comunitarios, comenzar
a reactivar las iniciativas locales ya sean artísticas, sociales, culturales, espirituales
y medioambientales. Desde el reciclaje, hasta la huerta urbana mantenida en la
junta de vecinos, del debate local a la obra de teatro con nuestra crítica
social
y foros de nuestras inquietudes con nuestros lazos
y herencias ancestrales.
Tenemos que cada día hacer más y comprender que es
un esfuerzo que debemos realizar tod@s, dejar de consumir los intoxicantes que
ellos nos dan para mantenernos adormecid@s, enferm@s, distraíd@s y deprimid@s,
como el cigarro, el alcohol y todas las drogas asociadas, la carne, la comida chatarra
y la envasada, su música, cine y medios de desinformación masiva con los cuales
nos quieren tener bajo control. Haz la
conexión…nuestra herramienta es el boicot.
No seas parte de esa forma de neo-esclavitud. Destruye
las cadenas de la ignorancia que nos han puesto con sus sistemas educativos,
académicos, laborales, publicitarios etc. Puedes formar parte de la solución y
compartir este mensaje con otros y formar parte de esta revolución, una
revolución que no requiere una capucha, que no requiere violencia, que es más
efectiva que cualquiera, pero que requiere voluntad para encender estos cambios
en tu consciencia.
Si deseas colaborar y quieres incentivar a otros,
empujarlos amablemente hacia la reflexión y la posterior acción, tenemos el
arma para llegar a su corazón, hemos diseñado mensajes cargados de conciencia
acompañados de datos interesantes e imágenes o frases de grandes pensadores de
la humanidad que te motivaran a seguir en este camino de de no-violencia
activa, estos mensajes son llamados OKIS, los cuales te invitamos que adquieras
o descargues y los pegues, compartas y regales
con tod@s, en tu lugar de trabajo, estudio y vivienda.
Ya lo sabes, esto es La Revolución de la Cuchara, una revolución
que no ha derramado una gota de sangre y que te invita hoy a ti, ser parte de
ella, tu ayuda es esencial, fundamental, eres una persona especial y la madre
tierra está esperando con ansias que levantes la bandera y tomes la tarea de
protegerla a ella. Puedes comenzar sacando la carne de tu plato, ya con eso
estás salvando la vida de más de 83 animales por año, cientos de hA de bosque
nativo que son utilizadas para la crianza de ganado y ahorraras miles de litros
de agua al año, es una verdad ineludible, siendo vegetarian@ colaboras de forma
concreta y real.
Cambiar el mundo es posible…solo si tú
cambias.
DAEP
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