lunes, 1 de diciembre de 2008

El poder de los jugos

La explosión de frutas y verduras de esta época también sirve para tratar, en forma alternativa o complementaria, algunos dolores de nuestro cuerpo.

Puede sonar como otro invento más, pero la terapia a través de determinadas mezclas de jugos y verduras tiene su origen en el estudio de los alimentos en culturas orientales. "El uso del jugo con fines terapéuticos se ha hecho en casi todo en mundo, pero no de manera sistemática", cuenta el biofísico cubano Fernando Pita, dueño del centro de tratamientos complementarios Trinidad Spa, quien practica esta terapia en Chile desde hace 10 años.

El profesional explica que la medicina china echa mano a frutas y verduras –entre otros alimentos– para tratar ciertas enfermedades. "Por ejemplo, el sabor picante calma las dolencias del pulmón, y el amargo, las del hígado", dice Pita. Él asegura que lo más importante es comprender de qué está hecho cada vegetal, para así conocer el compuesto químico de cada fruta y sus acciones en zonas específicas del cuerpo.

En Occidente esto se empezó a investigar recién en el siglo pasado, cuando se descubrieron los fitoquímicos, unas sustancias que liberan las plantas cuando se las destruye y que funcionan como medicina natural para el cuerpo humano al actuar como antioxidantes y antitóxicos.

El biofísico explica la diferencia con las frutas o verduras enteras: "El jugo se absorbe en el cuerpo de manera más fácil que el vegetal sólido. Es verdad que la fruta entera tiene más fibras y que facilitan la digestión, pero la jugoterapia logra un mayor aprovechamiento de los fitoquímicos". Lo más importante, según advierte Fernando Pita, es que los frutos deben ser consumidos inmediatamente después de exprimidos y colados, ya que después de media hora los fitoquímicos se descomponen.

Esta terapia se usa para ayudar a tratar enfermedades como la obesidad, la acidez estomacal, el acné, los dolores de cabeza, los problemas en la tiroides, la mala digestión, la anemia, la reducción del colesterol, la amigdalitis o el mal funcionamiento del hígado, entre otras alteraciones. También tendría efectos antibacterianos, antibióticos, antivirales e, incluso, anticancerígenos.

Pita explica aquí las recetas para seis dolencias, pero eso sí, advierte que es recomendable una consulta con un médico que autorice el consumo de ciertas frutas, sobre todo en caso de embarazo o alguna enfermedad crónica como diabetes, problemas cardíacos, circulatorios o respiratorios. La cantidad y la frecuencia también deben ser prescritas de acuerdo con cada persona. A continuación, una idea general.

DOLOR DE CABEZA CON ABOMBAMIENTO

Se trata de un dolor de cabeza generalizado, con abombamiento. Es el típico de las resacas, pero no siempre motivado por el exceso de alcohol. El hígado es el principal afectado en esos casos y, generalmente, hay problemas de hipertensión asociados.

Esta dolencia se produce por las toxinas intestinales (por ejemplo, causadas por un exceso de comida y grasas) que procesa el hígado y que deriva en una retención de líquido. Es por eso que debe ingerirse zumo que actúe como sedante hepático: o aloe vera o pomelo. Pero también se puede echar mano a un diurético no muy fuerte como melón, piña o apio. Disminuyendo la cantidad de agua en la sangre, se logra bajar la presión sanguínea. Ojo: el plátano sirve de neutralizante para que el jugo sea más agradable.

  • 1/2 vaso de jugo de pomelo

  • 1/4 vaso de jugo de piña

  • 1/4 de vaso de jugo de plátano

DOLOR DE CABEZA UNILATERAL

Un dolor de cabeza unilateral está relacionado con la vesícula y el tránsito gástrico. En este caso, es necesario beber jugos que faciliten el tránsito y disminuyan la ansiedad. Por ejemplo, el de repollo es facilitador del tránsito gástrico (al revés que el repollo en ensalada) y el kiwi sirve de sedante coronario. Esto, en sentido figurado, significa que se relajan los vasos sanguíneos, se elimina el estancamiento de sangre periférica y se facilita la eliminación de toxinas a nivel linfático.
  • 1/2 vaso de jugo de repollo blanco

  • 1/4 de vaso de jugo de kiwi o naranja

  • 1/4 de jugo de pera

OBESIDAD

Se requiere un facilitador de la disolución de las grasas (pomelo) y diuréticos como la piña y el apio, que ayuden a eliminar dicha grasa a través del riñón. Eso sí, si no hay demanda energética, las grasas no se queman. Ojo: no se recomienda combinar el jugo de pomelo con medicamentos reductores del colesterol. Tomar en ayunas y antes de la última comida.
  • 1/2 vaso jugo de pomelo

  • 1/4 vaso jugo de piña

  • 1/4 vaso jugo de apio y perejil

INSOMNIO

El estrés es la causa más importante y se recomienda utilizar un sedante hepático (como pomelo) y un jugo ácido (como naranja), que disminuye la ansiedad. La valeriana actúa como un somnífero, así es que es mejor si se agrega un poco de esa planta que venden los yerbateros. Mezclar y tomar dos horas antes de ir a la cama.
  • 1/2 vaso jugo de pomelo

  • 1/2 vaso jugo de naranja

  • Jugo de valeriana (se recomienda lavar la planta y asegurarse de que esté limpia para luego procesarla)

GASTRITIS

La lechuga es facilitadora de la digestión. El jugo de manzana es relajante, es un desensibilizante de las mucosas que previene la proliferación de bacterias en esta área. El de plátano es relajante y aporta potasio, lo que repercute directamente en la relajación del músculo liso que forma el intestino. Mezclar todo y tomar 25 minutos después de cada comida.
  • 1/2 vaso jugo de lechuga

  • 1/4 vaso jugo de manzana

  • 1/4 vaso jugo de plátano

DOLOR DE CABEZA ASOCIADO A ANEMIA

Si el dolor de cabeza está vinculado a anemia, es decir, si se siente una somnolencia tal que no permite descansar adecuadamente, se recomienda el jugo de betarraga, como ingrediente principal, y líquidos ácidos (kiwi o naranja), que tienen la misión de evitar el estrés del corazón.
  • 3/4 vaso jugo de betarraga

  • 1/4 vaso jugo de naranja o kiwi

INFLAMACIÓN DE COLON

La inflamación de colon tiene varias causas: estrés, toxicidad en el intestino y sensibilidad de la mucosa intestinal, lo que facilita la penetración de toxinas a los vasos linfáticos del intestino y, de ahí, a la sangre. Por eso se utiliza un desensibilizante de las mucosas que ayuda a la regeneración de las células (pera), un facilitador de la circulación linfática (piña) y una fuente de antibióticos (ajo). Mezclar los dos primeros y luego añadir los dientes de ajo sin licuar (a lo más, pueden estar partidos para poder tragarlos, para no dejar “rastros”). Tomar un vaso en la tarde, antes de la última comida.
  • 1/2 vaso jugo de pera

  • 1/2 vaso jugo de piña

  • 2 dientes de ajo

CÁLCULOS RENALES

Para este mal, hay varias alternativas. Lo mejor es combinar la ingesta del jugo de pepino y zanahoria –que permite eliminar líquidos, pero sin perder minerales– con el jugo de piña (poderosísimo para tratar cálculos renales y biliares) o el de melón (diurético).
  • Jugo de pepino y zanahoria (mezclados al 50%) o Jugo de piña o de melón.



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